viernes

VIVIR EN UNA BURBUJA


Hace un tiempo atrás, varios años diría yo, un amigo me dijo: "tu vives en una burbujas, que no quieres salir y tampoco dejas entrar". Me dejó pensando, primero lo negué, después lo admití, pero no porque yo quiera vivir en una burbuja, porque mi vida no ha sido un mundo de rosas precisamente; el cáncer, esa maldita enfermedad que finalmente se llevó a mi Padre, me hizo madurar de sopetón cuando recién tenía unos cuantos años. Desde esa momento comencé a comprender lo que era la vida y lo que era la muerte, y comenzaron mis miedos, más puntualmente al de la muerte o al de perder seres queridos. Miedos que cuestan superar, sobretodo porque el cáncer se ha encargado de refregarme en mi cara que la muerte está latente. Así que en una burbuja no he vivido, he conocido el dolor, la ausencia, he conocido clínicas, hospitales, más de lo que quisiera yo, he tenido que hacerme cargo de cosas que nunca pensé que tendría que hacer, y porque yo he decidido que todas esas cosas no me van a quitar la alegría, no significa que viva en un mundo irreal. Quizás si he vivido en una burbuja, mi propio mundo, delimitado, pequeño, porque he querido estar cerca de lo que tenía miedo a perder, no quería alejarme, pero ahora, ahora las cosas han cambiado y he empezado a romper mi burbuja, mi mundo, y he empezado a dar pasos más allá. He empezado a conocer a nuevas personas, he empezado a entender a otros, otras realidades, a darme cuenta, cosa que siempre he sabido en todo caso, que todos de alguna u otra forma tienen problemas, y que depende de uno como quiera vivir. Ahora que se han pasado los días de las fiestas y comienza un nuevo tiempo que nos invita a la reflexión, he tenido el tiempo suficiente para pensar, para poner sobre la balanza las cosas en las que creo, para reafirmar una vez más lo que tengo. Me encuentro aquí, en el silencio de mi cuarto que se reduce a cuatro paredes cargadas de recuerdos y memorias; algunas dulces, otras amargas. Recuerdos que se van diluyendo con el tiempo, aliviando así el dolor que alguna vez nos hirió con aguijones despiadados, y aunque aún siguen ahí, ya no hieren con el mismo dolor de antaño. Creo en la amistad...Creo en tu fortaleza Creo en mis alegrías... que se hacen doble cuando celebráis mis logros. Creo en mis tristezas...que se dividen cuando lloráis conmigo
y me dais la mano para levantarme de mis fracasos. Sabemos que no se debe dejar de luchar por lo que alguna vez soñamos “porque no hay sueño tan grande que no se pueda alcanzar, ni soñador tan pequeño que no pueda soñar”.Por esas cosas misteriosas de la vida, protegía sin darme cuenta mi soledad.

5 comentarios:

auroraines dijo...

Feliz Año Nuevo Juan Antonio, que el 2011 te encuentre más fortalecido y puedas iniciar nuevos proyectos o lo que desees para tu vida que te haga feliz.
Un gran abrazo amigo, besitos

purple dijo...

Muy buena reflexion, para mi es la interpretacion de todo cuanto pasa y el grado de implicacion, es demasiado facil ver soluciones cuando nada te implica y la vida son pasos dados por uno mismo con sus aciertos y desventuras pero todo ello nos hace mas conscientes del valor mismo de todo... creo que lo que uno siente es sin dudar la verdad en el momento.. el corazon nos gobierna..
Que tengas una gran entrada este nuevo año y que todos tus deseos se hagan realidad..
Un gran abrazo

Paquita Pedros dijo...

Si tienes un sueño incumplido, tendrás una meta por alcanzar. La felicidad es la mezcla de sueños y realidades. Que el 2011 multiplique tu capacidad para soñar!
un beso corazon

auroraines dijo...

Paso a dejarte otro abrazo y mis deseos de Feliz Año, que lo hayas comenzado bien.
Un beso

Mercedes Pinto dijo...

Me alegro muchísimo de que hayas empezado el año con ese buen propósito, romper tu burbuja. También yo me he propuesto ser mejor, yo misma, pero mejor.
Estoy de nuevo aquí, hasta pronto.
Un abrazo.

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